domingo, 23 de marzo de 2008

Poemas de Lydda Franco


La poesía de Lydda Franco (Falcón, 1942; Maracaibo, 2004) siempre ha conmovido mi espíritu, me ha dado fuerza y ganas de seguir amando la literatura. Gracias Lydda, donde estés, segura estoy de que sigues haciendo poesía.


De Poemas circunstanciales (1965)

No nací para ocupar un espacio y nada más.
Ignoro cuál será mi participación.
Me tocó ser mujer y no me quejo,
me tocó caer en la humedad del tiempo,
en la inhóspita sequedad de los caminos
pero aquí me quedo
entre escombros y desperdicios.
Destruyan mi epidermis resentida,
despedacen mis sueños, mi alegría,
aniquílenme
mas no pretendan sancionarme
porque un día aparecí sobre la tierra
y tuve voz y grité
y tuve fronteras y no quise despertar sin ellas
y tuve armas y allí están
perfiladas, inmóviles, ariscas.


De Descalabros en Obertura (1994)

Yo venía de los bosques húmedos
en mi equipaje la inocencia
en sí misma dobladita
olorosa a preguntas
me quitaron
bosque y humedad
el equipaje revolvieron
las preguntas me las fui respondiendo
con el tiempo y de a poquito
ahora no sé de qué sirve la inocencia
ni me importa

De Una (1998)
Para ti soy tal vez una huera mujer
con el cabello levemente despeinado
digna de un cuadro renacentista
o de un ardiente cumplido o de un piropo
(dicho como el azar/con rebuscada elegancia)
de sobra sabes que me avergüenzo
de ese otro ser que me esquilma
y me avasalla
de repetir hasta borrarme
el gesto heredado de pálidas
enhiestas
amas de casa remotísimas
pero ciertamente hay un rótulo en la sangre
una danza del vientre
una marca rotunda
ten en cuenta muchacho de las cavernas
que he ido ganando el derecho
a perder de igual a igual el paraíso
la paciencia
a compartir la cama
el santo y seña
el mundo
fifty fifty
o no hay trato
vete acostumbrando hombre voraz
mujer no es sólo receptáculo
flor que se arranca
y herida va a doblarse en el florero
al fondo de la repisa
entre santos y candelabros y trastos de cocina
una mujer es una mujer más sus uñas y sus dientes
lo siento caballero de la brillante armadura
aquella doncella rompió el molde
creció

De Viento a Miseria

yo rita gonzález a sus órdenes
secretaria y coleccionista de amantes
empezando por mi jefe (según él)
gerente pulcro y casado buenamente
con hijos que algún día
administrarán empresas
de pompas fúnebres
soy toda derrape (según él)
según él debo recurrir al psiquiatra
desmontarle mis extravíos
mis innúmeras metidas de pata
(el tedio y el terror son otra cosa)
(la ternura no cuenta para nada)
respetable ciudadano (mi jefe)
me interceptó el destino
contrató espías
que registraban paso a paso
rutinas de alcoba
mi rotulada satisfacción (según él/según ellos)
me persuadió (todo jefe es persuasivo)
a solicitar ayuda especializada (daban ganas de pegarle)
obediente (toda secretaria es obediente)
acudí a las citas del susodicho
según él (el psiquiatra)
debía poner coto a mis desmesurados apetitos
eroticida (todo psiquiatra es eroticida)
recomendó extirpar el punto neurálgico de mis desazones
yo rita gonzález asalariada
que llego puntualmente a la oficina
sonrío debidamente a la clientela
transcribo con prontitud los serios trasuntos del dictado
mecanografío cartas de de importancia
y otras menos importantes
respondo al teléfono como un perrito de pavlov
ordeno los archivos
pongo al día la agenda
complaciente en todo con el jefe
se diría que soy persona normal
a no ser por un anuncio de prensa
(la prensa siempre tan objetiva)
donde rita gonzález ofrece
gratuitamente sus servicios
su cama siempre presta
a cada rato
un río de extraños pulsa el timbre del apartamento
y me desespero
(hasta la más puta tiene momentos de reposo y dignidad)
entonces pienso que es hora de poner punto final
al último dictado (dictadura)
al complot organizado por mi jefe
en complicidad con el psiquiatra y cofrades de sátiros infames
contra rita gonzález
más solitaria que nunca
decido mi último acto soberano
LANZARME DEL DÉCIMO PISO
ahí les dejo mi cuerpo
causante de desórdenes privados y públicos
(también la publicidad se alimenta de pequeños escándalos
como los de rita gonzález)ahí le dejo el cuerpo de rita gonzález
desmembrado sobre el pavimento
para que se lo repartan los buitres

*****
Desconfía hija de esos muchachos
que te leen poemas de dudosa factura
tú que diferencias la verdadera poesía
diferénciales y conócelos a ellos
son falsos prestidigitadores
sopla sobre los castillos de arena de sus discursos
tú que crees que el sexo es regocijo
y que como el espíritu necesita ventilarse
desconfía de esos muchachos
que intercambian novias
para ellos las novias consisten
en esa economía de mercado basada
en el trueque de objetos para el uso y el abuso
ni siquiera son n e o l i b e r a l e s esos muchachos
son neolíticos y cerrados como las bóvedas de un banco
desconfía de esos muchachos
quebradizos como
láminas de anime
que odian al prójimo
(especialmente si el prójimo es una muchacha)
no te enamores más nunca hija
de esos errátiles
y radicales
muchachos enmascarados.


*****

Así te sueño amor:
las manos crispadas,
sonriendo como un niño inverosímil,
a un lado tu fusil y tu cisterna
y yo que te estaré besando
en la fuga precipitada,
en tu cuerpo
refugio,
en tus huesos
bloqueados.

Así te sueño amor:
boína roja,
corazón alerta.

*****

Quisiera esta noche mientras llueve
caminar descalza, desnuda, por las calles,
lavar el corazón, purificarme,
quisiera que mi instinto salvaje galopara,
que mis ansias de mujer cobraran alas,
que mis senos perfilados bajo el agua
y mi cuerpo moreno palpitante
anduvieran por el mundo, sin mordazas.

3 comentarios:

aliciamontero dijo...

Hola, negra
Qué bueno haberte visto de nuevo en persona y aqui, mejor aún. Me gustó el título de tu blog y el artículo sobre Enma Bovary. Comparto contigo en que todas somos un poco como ella. Por eso la amamos y la odiamos. Nos muestra lo maravillosa y terrible que es la femineidad en esta circunstancia de tiempo y espacio que nos ha tocado vivir.
Alicia

Flores de su pena dijo...

Gracias profe, siga merodeando por estas letras, ojalá disfrute de este sencillo blog. El placer es para mí. Ciertamente, esta feminidad de nuestros tiempos es maravillosa y terrible, probablemente en todos los tiempos. Mágico oficio el de ser mujer.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

hola! te invito a visitar lyddafranco.blogspot.com